Cómo se mueve el agua por el interior de un árbol


Seguramente que muchas veces nos hemos preguntado, ¿cómo se mueve el agua (la savia bruta) por el interior de un árbol?, y seguramente la respuesta que nos han facilitado o que hemos encontrado es que esto sucede gracias a la capilaridad y la transpiración.

La capilaridad de los pasos de savia del xilema. La capilaridad es una propiedad curiosa mediante la cual la superficie libre de un líquido puesto en contacto con un sólido sube o baja en las proximidades de este, según que el líquido lo moje o no, como por ejemplo, entre dos láminas muy próximas, en el interior de tubos muy estrechos, etc. Cuanto más estrecho sea el espacio entre la supeficie sólida y la que ocupa el líquido, más altura alcanza el liquido. Los pasos de savia del xilema son realmente estrechos, apenas unas pocas décimas o centésimas de milimetro. Aún así, no parece suficiente explicación, porque si simulamos un árbol en el laboratorio, construyendo unos tubos capilares de unas pocas centésimas de milímetro de varios metros de altura, el agua no subirá más de un metro desde el suelo (y muchos árboles tienen decenas de metros o superan el centenar de metros).

Pero en el árbol existe otro proceso, la transpiración del agua a través de las hojas es un proceso de evaporción de agua, es decir, es una pérdida de agua, molécula a molécula, que obliga a ser repuesta a medida que se pierde, lo que genera un efecto de succión que empuja el agua hacia arriba, hasta las hojas. Siempre y cuando la columna de agua no se interrumpa por alguna razón. Hay que recordar que en este viaje, el agua lleva disueltas las sales minerales que el árbol necesita para fabricar su alimento (fotosíntesis), por lo que realmente se produce el transporte de la savia bruta. En un árbol adulto, la transpiración puede significar la pérdida de varios cientos de litros de agua al día.

Olmo corticosa, del libro Bonsai: arte y naturaleza, editorial Oberon Foto: Nataliya Hora / shutterstock.com

No obstante, la capilaridad y la transpiración necesitan una ayuda extra, la ósmosis, que es un proceso que tiene lugar entre dos líquidos (o gases) capaces de mezclarse a través de un tabique o membrana semipermeable. En el caso de un árbol (un vegetal), cuando la concentración de azúcar en una célula es diferente a la de al lado, el agua traviesa las paredes celulares hasta igualar las concentraciones de azúcar en ambas células. Este proceso ocurre célula a célula, desde abajo hasta la copa, lo que ayuda a que el agua finalmente llegue hasta lo más alto del árbol.

Es decir, que realmente lo decisivo para que el agua fluya por el interior del árbol son la transpiración y las ósmosis, siendo testimonial la capilaridad.

Como curiosidad, los productores de jarabe de arce, saben cuándo es el momento óptimo para cosechar la savia del árbol porque escuchan la presión interna de la savia a través de su tronco, debido a la fuerza con la que fluye el agua por sus pasos de savia.

CONSEJO PARA TU BONSAI: no descuides el riego de tus bonsais para no interrumpir estos procesos. Cada vez que lo haces, no llega savia bruta, es decir, no llegan nutrientes a las hojas, y la fotosíntesis se detiene. Cultivar con el máximo de luz / sol (según sea la especie), optimiza el proceso de producción de azúcar, es decir, ayuda a la ósmosis.

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