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MEMBRILLERO JAPONÉS (Chaenomeles lagenaria (Loisel.) Koidz. = Chaenomeles speciosa (Sweet) Nakai = Cydonia speciosa Sweet = Cydonia lagenaria Loisel.).
Otros nombres: chaenomeles, choenomeles, membrillero del Japón, membrillo de flor, membrillero de flor, membrillero, membrillero ornamental, rosa del Japón.
El
género Chaenomeles (=
Choenomeles) pertenece a la familia de las rosáceas (Rosaceae)
y está
En algunos libros y revistas a este género también se le denomina erróneamente Cydonia, pero es un género diferente, aunque de la misma familia, con el que no hay que confundir. Además, mientras que los chaenomeles se cultivan por su floración, las cydonias se cultivan por sus frutos.
Algunas de las especies y cultivares de este género que también se utilizan para modelar bonsai, son:
Aunque hay dos especies muy parecidas que se denominan igual, es decir, como membrillero japonés:
no hay que confundirlas porque son diferentes, ya que la primera tiene las ramas lisas y sin pelos cuando son jóvenes y su altura puede llegar a ser de hasta 3 metros, mientras que la segunda tiene las ramas ásperas y con verrugas pequeñas y muy peludas cuando son jóvenes.
Las principales características del género Chaenomeles son:
Las razones por las que el chaenomeles se emplea como especie para bonsai son por sus diminutas flores de intenso color, de las más tempranas en aparecer durante la primavera, y por la gama de colores y contrastes en diferentes épocas del año, sus hojas de tonos amarillos y rojizos en otoño en contraste con el color verde-amarillo de sus frutos, o sus hojas verdes en contraste con el rojo de sus flores lo hacen muy apreciado por los aficionados. En Japón es una de las especies clásicas para bonsai.
Es una especie bella, poco exigente y resistente en general a la enfermedades, que tiene como único "inconveniente" que florece muy pronto y esto obliga a realizar los trasplantes fuera de la norma general, es decir, en otoño, lo que hace que sea muy aconsejable para los principiantes, pero muy recomendable para aficionados con una experiencia intermedia o avanzada.
Si queremos una floración abundante, debe cultivarse en el exterior
a pleno sol durante todo el año, pero evitando las exposiciones prolongadas
durante la época más calurosa y especialmente después del trasplante,
Una situación poco soleado o a la sombra hará que su crecimiento sea muy lento y las flores escasas o que incluso no florezca.
Aunque soporta bien el frío, en invierno es aconsejable protegerlo del frío intenso y de las heladas fuertes, a pesar de lo cual necesita pasar el frío invernal para sentir el paso de las estaciones y permitir que la primavera le provoque el despertar de las yemas en reposo. Un invernadero frío en el exterior podría ser una buena solución para las zonas de inviernos más duros, procurando volverlo a situar en el exterior lo antes posible. En ningún caso cultivarlo en el interior de casa más de algunos pocos días y siempre muy cerca de la ventana.
Una vez encontrado su emplazamiento más adecuado, no conviene moverlo de sitio porque se resiente con los traslados, sobre todo si son frecuentes.
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Los riegos deben ser cada vez que se seque la superficie de la tierra, haciéndolo a fondo, es decir, hasta que salga abundante agua por los agujeros de drenaje, evitando el encharcamiento permanente de la tierra para evitar un exceso de humedad que pudra sus raíces.
No obstante, las raíces
necesitan una humedad regular y permanente por
lo hay que evitar que la tierra
Conviene utilizar una regadera con agujeros lo más finos posible para que el agua penetre mejor en la tierra y lo haga con suavidad.
No hay que pulverizar las hojas ni mantener ambientes excesivamente húmedos de forma artificial porque correremos el riesgo de que aparezcan hongos. En todo caso, si decides pulverizar, hazlo con mucha precaución y siempre que no te hayas olvidado de aplicar los correspondientes tratamientos fungicidas de primavera y otoño. Nunca lo hagas con el árbol en floración ya que sus flores se marchitarán prematuramente.
Abonar con frecuencia con un abono orgánico de calidad, especialmente durante la época de crecimiento vigoroso, es decir, desde la primavera hasta el otoño, pero suspendiendo temporalmente el abonado durante la floración y durante la formación de los frutos para que no se estropeen, con el riego y los nutrientes acumulados durante los meses anteriores es suficiente. Durante el invierno y la época más calurosa del verano debe reducirse la cantidad de abono porque son épocas con escaso o nulo crecimiento.
Podemos ayudar a reducir el tamaño de las hojas, además de con una buena exposición exterior a pleno sol con el suministro de abonos más ricos en fósforo (P) y potasio (K) que en nitrógeno (N) para no fomentar el desarrollo de sus hojas, además así fomentamos la fructificación.
Un abonado deficiente del membrillero durante las épocas adecuadas, especialmente, si olvidamos hacerlo en otoño, produce una fructificación escasa. En cambio con el correcto abonado, y a pesar de que pincemos o podemos repetidamente, el membrillero no se resentirá en la floración.
No debemos olvidar que no podemos:
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Durante el otoño o al comienzo de la primavera, cada 2 ó 3 años, justo un poco antes de que comience la brotación del año.
Hay que tener en
cuenta que florece muy pronto, es de las primeras especies en florecer,
lo hace incluso al final del invierno, cuando aún no ha llegado la
primavera, por lo que hay que estar muy
Si creciera de forma muy vigorosa, cosa que sucede en muchas ocasiones con el chaenomeles, tendríamos que plantearnos incluso trasplantarlo 1 vez al año.
Durante el trasplante conviene sanear bien cualquier parte de raíces podridas y podar las ramas no deseadas para reducir su copa. Si la poda de raíces es muy grande, convendría quitar hojas en la misma proporción que las raíces eliminadas. En caso de duda, es preferible preguntar a un experto, a otro aficionado o simplemente no podar ninguna raíz.
No es obligatorio, pero si utilizamos hormonas de enraizamiento con fungicida facilitaremos el éxito del trasplante al estimular el desarrollo de las raíces.
Una buena mezcla de sustrato para el membrillero japonés podría ser una tierra ligeramente ácida con un 40% de arena de grano grueso o material equivalente (tierra volcánica, etc.), 10% de turba y 50% de mantillo, o cualquiera de las mezclas preparadas que podemos encontrar en las tiendas especializadas, como por ejemplo, la bidama. En todo caso, tiene que ser una mezcla con un excelente drenaje. Un exceso de cal puede producirle clorosis.
Hay que recordar que sus frutos son de color verde-amarillento y que sus hojas se vuelven amarillas y rojas durante el otoño y, por tanto, una maceta esmaltada que contraste con estos colores y de perfiles suaves (ovalada, rectangular, etc.) puede ayudar a resaltar aún más su belleza, por ejemplo, con una maceta esmaltada de colores claros de la gama del beige o del blanco. Como suele ser una especie vigorosa, una maceta con algo de profundidad le ayuda a prolongar el tiempo entre trasplante y trasplante.
No hay que olvidar que la tierra utilizada debe ser siempre nueva y limpia y nunca reutilizada de otros cultivos para así evitar contaminaciones (hongos, enfermedades, plagas, etc.) que hubieran podido afectar a otros árboles.
Es conveniente proteger el árbol después del trasplante durante un par de meses, situándolo en un lugar muy bien iluminado pero evitando la exposición directa al sol.
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Lo habitual, si el árbol está sano, será podar de forma más intensa durante el otoño, evitando esta operación si se prevén heladas.
Si sólo deseas mantener su forma,
deberás eliminar inmediatamente, tan pronto como aparezcan, los brotes
La poda provocará la aparición de nuevos brotes, si el membrillero se encuentra vigoroso, lo que nos obligará a volver a repetir de nuevo la operación de eliminación de brotes no deseados.
Normalmente las flores aparecerán a lo largo de las ramas de 2 años de edad o más, si las ramas son cortas. Después de una poda drástica es posible que tarde en volver a florecer porque las ramas, como hemos dicho, necesitan madurar al menos 2 años.
En algún caso, especialmente al comienzo del
modelado de un ejemplar joven, quizás tengamos que elegir entre rapidez en
alcanzar su estilo y el disfrute de su floración y color de sus frutos,
sobre todo si lo que deseamos es que aumente el grosor del tronco. No
obstante la poda de las ramas laterales o espolones favorece la
floración, mientras que los tallos o
Conviene eliminar las flores marchitas para evitar la aparición de hongos y las ramas no deseadas o secas pueden eliminarse en cualquier momento. También es aconsejable retirar los frutos antes de que maduren completamente para no malgastar energía del árbol en su maduración, hay que tener en cuenta que sus frutos suelen ser grandes y que si dejamos demasiados en las ramas, el próximo año será más escaso en fructificación debido a la pérdida de vigor.
Nunca hay que podar drásticamente, si el árbol no está sano y vigoroso.
La forma de emplear la poda como técnica de modelado es dejar crecer las ramas y podar en función de la dirección deseada (izquierda, derecha, arriba o abajo). El chaenomeles suele ser frecuentemente modelado en los estilos: Shakan o inclinado, Moyogui o recto informal y Kengai o cascada, también se consiguen buenos resultados con: Bunjin o literati, Yose-Ue o bosque a partir de un sólo ejemplar, estilos multitronco y todos los estilos de árboles con piedras.
Además de podar para modelar, hay que podar para conseguir una estructura que permita la llegada de la luz a todas las ramas y las todas hojas puedan realizar la fotosíntesis.
En general, debemos quitar:
Hay que tener cuidado de no podar drásticamente las raíces durante el trasplante, podando sólo las raíces más gruesas y dejando las más finas. También hay que aprovechar a podar las ramas no deseadas.
Entre la poda de ramas y el trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas.
Por último, recordar que la poda, el pinzado o la defoliación sólo se deben realizar si el árbol está sano.
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El alambrado del membrillero japonés debe
realizarse durante el período de crecimiento, preferiblemente
Es conveniente alambrar con el alambre recubierto de papel para no dañar la corteza de las ramas. Hay que vigilar las marcas del alambre en la corteza debido a la rapidez con la que engordan y crecen, generalmente el alambre deberá retirarse durante el otoño del mismo año en el que se alambró.
En cualquier caso, un árbol con aspecto de "madeja de alambre", por el exceso de éste, pierde todo el aspecto de vivo y no es un mejor ejemplar como bonsai. Por favor, alambra lo justo y sólo cuando otras técnicas de modelado no puedan utilizarse o no hayan conseguido los efectos deseados.
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El membrillero japonés es una especie bastante dura, incluso a los cambios de condiciones meteorológicas y a la contaminación atmosférica, pero es especialmente sensible a:
En cualquier caso, debemos recordar que si necesitamos emplear algún tratamiento fitosanitario, éste debe ser específico contra la plaga o enfermedad y constante en el tiempo hasta eliminarla completamente.
Recordad, que el cultivo adecuado de nuestro árbol nos evitará tener que usar productos químicos que provocan:
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Se puede reproducir mediante:
Si utilizamos hormonas de enraizamiento sobre los esquejes, obtendremos mejores resultados.
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El género
Chaenomeles debe su nombre al verbo griego "chaínein" =
dividir, partir y al sustantivo "melís"
= manzano, porque sus frutos son en forma de pomo como la manzana y el
autor que lo estudió por primera vez
Asimismo, la descripción original de este género fue denominarle inicialmente Choenomeles pero se aceptó por ley la variante ortográfica Chaenomeles para denominarlo definitivamente. En un primer momento a algunas especies de este género se las incluía en el género Cydonia, razón por la que seguramente todos los nombres populares están referidos al membrillero, aunque son dos géneros diferentes de la misma familia.
Su cultivo en jardinería suele ser ornamental, creando setos tupidos y compactos o murales, pero los frutos del membrillero japonés son comestibles y en Japón son consumidos en confituras. No obstante las semillas tienen algo de toxicidad relacionada con compuestos de cianuro, como suele ser habitual en algunas especies del la familia de las rosáceas.
Si lo deseas, puedes adquirir un chaenomeles en nuestra tienda on-line.
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