Acodo de Bonsai (segunda parte)

Acodo de un ficus benjamina (II)

Ficus benjamina Aunque no era imprescindible, decidí colocar un alambre alrededor del corte superior, de forma que me aseguraba que la circulación de la savia elaborada (a través del cámbium) estaba totalmente interrumpida. Precisamente esta interrupción de la savia es la que estimula la aparición de nuevas raíces en la zona de corte debido a que la planta cree que se quedó sin raíces, aunque con la técnica utilizada la planta continúa recibiendo un suministro de Ficus benjamina nutrientes a través de la savia bruta desde las raíces que aún realmente hay en la base del tronco. Razón por la que esta técnica tiene un mayor grado de éxito que la reproducción por esqueje, en la que la interrupción de savias es total, tanto para la bruta como para la elaborada.

Después coloqué una maceta de plástico, a la que hice un corte para facilitar la colocación, sujetándola con un alambre a una rama cercana al acodo. La maceta la rellené con una mezcla de turba muy suelta y esponjosa para facilitar el Ficus benjamina crecimiento de las raíces y con cuidado de no arrastrar las hormonas.

Todo este proceso lo repetí con cada uno de los acodos hasta conseguir los 5 acodos que tenía planeados.

Ya sólo me quedaba esperar, regando normalmente y vigilando que la tierra estaba constantemente húmeda. Calculé que en unos 2 ó 3 meses estarían enraizados ( este tiempo depende de cada especie y de las condiciones de cultivo y climáticas en las que se practique el acodo).

Continuar con el trabajo