Micorrizas: árboles y hongos trabajando juntos


Cada árbol lucha por conseguir más espacio para conseguir mucha luz, agua y nutrientes. De esta forma optimizan la fabricación de alimento (fotosíntesis) y consiguen vencer a sus adversarios en el bosque. La raíces aprovechan el máximo posible de humedad en el suelo mediante el aumento de la superficie de captación a través de innumerables raicillas por la que absorben el agua, y también a través de la asociación con hongos del suelo.

Los hongos no son ni vegetales ni animales sino que son una clasificación independiente, a pesar de que tienen cosas de ambos reinos. Por una lado, no se desplazan (como los vegetales) pero no pueden fabricar su alimento (como los animales) sino que necesitan cogerlo de los vegetales. Por otra parte, las paredes de las células de los hongos son como las de muchos insectos (animales) de quitina, pero no de celulosa.

A largo de años y años, los micelios de los hongos en el bosque tejen una red subterránea que puede llegar a varios cientos de metros cuadrados y a varios cientos de siglos de edad (incluso miles de años) y un peso de varias toneladas (quizá los hongos puedan llegar a ser los seres vivos más grandes de la Tierra). Cada hongo extiende (y se asocia) su micelio con una especies de árboles específicas (lo que llamamos micorrizas), lo que ayuda al árbol a aumentar las superficie de captación de agua y nutrientes (un hongo aporta el doble de nitrógeno y fósforo a un árbol micorrizado vs. un árbol que no lo está). A cambio, el hongo desarrolla sus filamentos hacia el interior de los raíces y éstas le proporcionan azúcares y otros hidratos de carbono para que el hongo viva (ya que no los puede fabricar).

Arce buergerianum abrazado a una roca, del libro Bonsai: arte y naturaleza, editorial Oberon arce buergerianum abrazado a roca / foto: Roberto Ivan Cano,
del libro: Bonsai, arte y naturaleza, de editorial Oberon Libros

Los hongos no solo ayudan a los árboles a absorber agua y nutrientes, sino que además ayuda a avisar de ataques de insectos e incluso combatir ataques de bacterias (de esto hablaremos otro día en otro artículo). También filtran metales tóxicos para los árboles y los concentran en sus órganos reproductivos (setas) lo que hace que sean venenosas para los animales. Así, no solo se purifica el terreno sino que además se consigue un extra de nutrientes en forma de animales muertos en descomposición que comieron setas venenosas.

Todo esto no es más que un montón de cuidados y molestias que se toman los hongos que forman las micorrizas para proteger y cuidar a su anfitrión del que pueden vivir (y que sin él perecerían). Hay casos incluso exagerados en las que el hongo puede detectar una carencia de nitrógeno en el suelo se ve compensada con sustancias tóxicas que matan diminutos animales del suelo que liberan el nitrógeno de sus cuerpos al morir (y descomponerse).

CONSEJO PARA TU BONSAI: protege (y cuida) las micorrizas de tus bonsais usando la tierra adecuada y cultivando / trasplantando correctamente, especialmente en el caso de las coníferas.

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